sábado, 23 de agosto de 2008


El Rosario de la Virgen María...es una oración apreciada por numerosos Santos y fomentada por el Magisterio. En su sencillez y profundidad, sigue siendo también en este tercer Milenio apenas iniciando una oración de gran significado, destinada a producir frutos de santidad. Se encuadra bien en el camino espiritual de un cristianismo que, después de dos mil años, no ha perdidonada de la novedad de los orígenes, y se siente empujado por elEspíritu de Dios a «remar mar adentro» (Duc in altum!), para anunciar, más aún, 'proclamar' a Cristo al mundo como Señor y Salvador, 'el Camino,la Verdad y la Vida' (Jn 14, 6), el 'fin dela historia humana, el punto en el que convergen los deseos de la historia y de la civilización'.» *
« El Rosario, en efecto, aunque se distingue por sucarácter mariano, es una oración centrada en la cristología.En la sobriedad de sus partes, concentra en sí la profundidad de todo el mensaje evangélico, del cual es como un compendio.En él resuena la oración de María, su perenne Magnificat por la obra de la Encarnación redentora en su seno virginal. Con él, el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad desu amor. Mediante el Rosario, el creyente obtiene abundantes gracias, como recibiéndolas de las mismas manos de la Madre del Redentor ».*

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